CICLISMO. Hace fuuuuu... que no había sentido así de cerca esas sensaciones de euforia, camaradería, agotamiento extremo y la gloria del triunfo. Hasta que, sin sospecharlo, la vida me dio la oportunidad de ser un testigo privilegiado de la XXXVII Vuelta Ciclística al Ecuador. De no ser por un 2020 muy adverso por el Covid_19, hubiese sido un evento más, pero dada la situación se cobijó de un sabor muy especial. 

Dando voz a los héroes anónimos de la Vuelta Ciclística al Ecuador. Camila Caicedo, fisiotera-
peuta.

Una válvula de escape, un respiro a nueve meses de encierro. ¿Y el Covid_19? No sé si me arriesgué (solo fue cuestión de dar negativo en la prueba PCR o del extraño hisopado y protegerse bien -doble mascarilla y harto alcohol-), pero acepté el reto y esa posibilidad inmejorable de volver a mis raíces: el periodismo deportivo. Y fue nada menos que por invitación del equipo de Comunicación del patrocinador principal, Banco Pichincha, para contar historias humanas más allá de la competencia en sí.

la foto de rigor con el mijín en el playón de san francisco, provincia de sucumbíos.


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Seis días de convivencia (del 23 al 28 de noviembre) en una 'burbuja' (así lo denominaron) junto a los ciclistas, amigos periodistas y todo un ejército de héroes anónimos. Los directores técnicos, mecánicos, fisioterapeutas, personal de abasto y más son aquellos que se desviven por poner todo a punto y estar pendientes para auxiliar en plena competencia. Incluso fue la ocasión para conocer en persona al Mijín (el gran Richard Carapaz) y hasta para tomarse la foto de rigor con el Campeón del Giro de Italia 2019 y Subcampeón de la Vuelta a España 2020.

El Richie fue recibido como un auténtico ídolo en cada lugar a donde acudía como invitado especial en los sitios de partida y llegada, al momento de premiar a los ganadores, de motivador y hasta de abastecedor. La gratitud se hacía sentir de forma espontánea con aplausos y entrega de presentes para el actual mejor deportista de Ecuador.

la fiesta que vive la gente

la cuesta es menos dura con el aliento de los aficionados.


Los niños también se hicieron la foto con sus nuevos ídolos.

Una verdadera fiesta se desataba en cada lugar desde donde partía, pasaba o llegaba la competencia. Como un desahogo a todas las angustias vividas por la pandemia, familias enteras con carteles, flores y gritos de aliento salieron a apoyar a sus ídolos en San Miguel de los Bancos y Santo Domingo de los Tsáchilas, pero sobre todo en Machachi, Cayambe, Atuntaqui, La Estrellita (Tulcán), El Playón de San Francisco (Sucumbíos) y la Mitad del Mundo (Quito).

Byron Guama es el ídolo de cayambe.


Era el reinicio, después de nueve meses, de presenciar en vivo un evento, no solo deportivo sino general, con asistencia de público. Se acomodaron en sitios estratégicos a lo largo del trayecto para mirar y aplaudir el paso de la caravana de ciclistas. Esa euforia ratificó que Carchi e Imbabura son la tierra donde la mayor herencia es la pasión por el ciclismo. 

En Carchi, la pasión por el ciclismo es la mayor herencia familiar.

Ni qué decir de las historias que fui descubriendo durante la travesía, como la de don Galo Burbano, un coleccionista de bicicletas (más de 60) de Tulcán, en especial las que fueron utilizadas por las viejas glorias carchenses del pedal.

los protagonistas

LA DOTACIÓN DE ALIMENTOS E HIDRATANTES ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE CADA ETAPA.


Los ganadores de la vuelta junto al ídolo Richard Carapaz.

Los mecánicos, directores técnicos, fisioterapeutas, personal de abasto y más son aquellos que se desvivieron para poner todo a punto y estar pendientes para auxiliar en plena competencia. Desde el inicio hasta el final de la Vuelta, ellos fueron los últimos en irse a descansar y los primeros en despertarse cuando recién estaba rayando el alba. Admiración especial por cada uno de los competidores que se esforzó por cumplir el objetivo de completar los 785 km de recorrido, algunos hasta extenuarse con tal de llegar primero,

Jimmy Montenegro desfalleció  extenuado por el esfuerzo .

como ocurrió con Jimmy Montenegro, quien desfalleció al final de la cuarta etapa, tras encumbrar el empinado cerro Guagua Negro, en La Estrellita, al sur de Tulcán.  

Especial admiración a lo hecho por el carchense Joel Burbano, del equipo Sin Fronteras, quien quedó a una rueda del campeón general de la Vuelta, Santiago Montenegro del Team Ecuador. El ciclista carchense, un médico veterinario, luchó casi solo de principio a fin ante equipos poderosos y mantuvo en jacque a los favoritos.

De esas y más vivencias fui testigo directo durante los seis de la Vuelta Ciclística y resultó una de las vivencias más rescatables del 2020. Con la esperanza de un 2021 más alentador en todos los aspectos de la vida y seguir cumpliendo muchas más travesías, con la motivación e inspiración de mi gente, en especial mis seres queridos.

La gente acudió a alentar al pelotón de  ciclistas en el circuito final de la vuelta en la mitad del mundo (Quito)


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